Si el amor fuera suficiente otro gallo nos cantaría: los «te quiero» no brillarían por su ausencia; «te quiero mucho» sería una redundancia; «te amo» sería para los excéntricos.
No habría besos fraternales, ni besos por pares, ni besar las manos ni las mejillas; no habría besos con lengua, ni de tornillo, ni en los labios, ni de película. Sólo habría besos y besos dados a medias.
No habría distancia que no quedara inmediatamente cubierta; los abrazos que te dejan con ganas no existirían; no habría motivo para el llanto; no se sentiría la miseria.
Los celos serían reliquias; las ofensas nimiedades; los miedos huirían triviales.
Yo ganaría estatura y podría alcanzar a darte ese beso que crece desmedido en los morros; no me cansaría besarte en la palma de las manos, y a ti no te sabría a poco.
No encontrarías mi corazón tan pequeño; no me pedirías tanto; no me dirías que te quiero lo justito; yo no sabría que al quererte me equivoco.
Pingback: Si el amor fuera suficiente - PINN